Tú sabes cuán aliviado estoy
y muy agradecido por las buenas
noticias que he recibido.
Naturalmente, yo temía esperando
lo mejor, pero a menudo
preocupado e imaginando lo peor.
Gracias por estar conmigo y por
permitirme manejar mi tensión y
ansiedad.
Con tolos los cuestionamientos
ya por detrás, ahora pongo mis
pensamientos, dedicación y energía
para mejorar mi salud y estar cada
día más fuerte.
El Buen Pastor – Salmo 23
El Señor es mi pastor, nada me
puede faltar.
Él me hace descansar en verdes
praderas, me conduce a las aguas
tranquilas y repara mis fuerzas; me
guía por el recto sendero, por amor
de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras
quebradas, no temeré ningún mal,
porque tú estás conmigo: tu vara y
tu bastón me infunden confianza.
Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos; unges con
óleo mi cabeza y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu gracia me
acompañan a lo largo de mi vida; y
habitaré en la Casa del Señor, por
muy largo tiempo. |
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